El entrenamiento funcional se basa en realizar ejercicios que se adaptan a los movimientos naturales del cuerpo humano y están orientados a trabajar la movilidad, el equilibrio, la fuerza y la resistencia.
Este entrenamiento resulta muy efectivo y si se adapta a un entrenamiento personalizado aún más ya que consiste en una serie de ejercicios que intentan mejorar los puntos débiles y potenciar las aptitudes que se tengan, amplificando los beneficios. El entrenamiento funcional integra todos los aspectos del movimiento. Se usa el propio peso del cuerpo y también algunos accesorios como por ejemplo kettlebells, cajas pliométricas o cintas de suspensión, entre otros.
Implica un gran trabajo muscular pero siempre se realiza con un propósito específico. Se mejora la fuerza pero también el equilibrio y la coordinación, siendo una actividad fantástica para la recuperación de lesiones, sobre todo en caso de deportistas profesionales, ya que este tipo de entrenamiento busca mejorar el gesto del movimiento de forma que sea funcional para lo que se desea hacer, evitando o limitando el riesgo de lesiones.
Los beneficios que proporcionan son múltiples:
-Fortalecimiento de la musculatura de forma global.
-Aumenta la agilidad y mejora la coordinación.
-Elimina la grasa corporal.
-Ayuda a mejorar la autoestima.
Es un entrenamiento complejo por lo que necesita de un buen trabajo de concentración y una fantástica consciencia corporal para evitar posibles lesiones mientras se realiza esta actividad. Si tienes problemas cardiovasculares o de presión alta es aconsejable consultar al propio médico antes de realizar este tipo de entrenamiento.
Cambia tu vida de forma positiva, retando cuerpo y mente en todas sus formas posibles.