LLEGÓ EL OTOÑO Y TU CUERPO LO SABE. ¿ERES METEREOPÁTICO/A?

lara playa montecarlo

¿Sabías que entre un 30 y un 60 % por ciento de la población es meteorosensible y que las mujeres, suelen resultar más afectadas durante la menstruación y la menopausia?

El tiempo afecta a nuestro estado de ánimo y a cómo nos sentimos físicamente por ello es importante preparar el cuerpo y la mente para los cambios y para ello una nueva consciencia corporal nos ayudará a soportar mejor los cambios climáticos.

Llegó el otoño y con él, nuestro cuerpo se va adaptando y necesita, obviamente, otra serie de atenciones. El cambio de las temperaturas, así como la presión atmosférica pueden afectar a nuestra salud. Hay quien sufre mucho los cambios del tiempo y lo siente incluso en el estado de ánimo, mientras otras personas lo sienten más lievemente. Eso depende de lo metereosendibles que seamos.

Si eres muy metereosensible, seguramente habrás notado que cuando hay cambios en el calor, viento o presión te suelen afectar mucho, incluso hay personas que sufren del trastorno afectivo estacional, el cual se sufre más en otoño e invierno. La buena noticia es que este trastorno no es comúnmente diagnosticado pero se calcula que entre el 1% y el 10 % de la población puede padecer este trastorno en algún momento de su vida. Aunque haya síntomas que puedan recordar a la depresión (dificultades para despertarse por la mañana, lentitud en los movimientos, mayor tristeza, etc) no tiene que ver con ella y además, será siempre un profesional a diagnosticarlo. Esto no nos impide que estemos atentos a lo que nos dice nuestro cuerpo y nuestra mente.

Escuchar lo que nos pide el cuerpo, comer los alimentos típicos de la tierra donde nos encontramos en esa estación del año, generar un buen equilibrio emocional en todos nuestros ámbitos y una práctica regular de actividad física, son la clave para evitar que determinadas molestias puedan convertirse en obstáculos graves que nos impidan llevar a cabo una vida serena.  Aprender a gestionar las situaciones de estrés es fundamental para mejorar la calidad de vida y para muchos, el cambio de estación lo es. Así que, toca abandonar el abanico, adaptarse progresivamente con actitud positiva y constructiva a todos estos cambios y continuar y/o empezar a realizar una buena actividad física que será de gran ayuda para combatir dolores y molestias varias durante los próximos meses.