¿Estás de acuerdo en que podríamos decir que algunos estados sublimes de la mente podrían ser el amor, la compasión, la alegría y la ecuanimidad?
La meditación para conectarnos. Los cuatro inconmensurables como clave para la reprogramación mental
Se trata de conceptos muy potentes y enriquecedores, pero a la vez, conllevan un gran trabajo personal para obtenerlos y mantenerlos. Estas cuatro cualidades pueden resultar muy útiles como objeto de concentración durante las prácticas contemplativas y al final de este artículo, te proponemos algunas prácticas que te ayudarán a trabajar sobre ellas. Estos cuatro conceptos—amor, compasión, alegría y ecuanimidad— son conocidos en algunas tradiciones budistas como “las cuatro cualidades inconmensurables” o Brahmavihāras.
Mettā (amor benevolente) – El deseo profundo de que todos los seres sean felices.
Karuṇā (compasión) – El deseo de que todos los seres estén libres de sufrimiento.
Muditā (alegría empática) – La capacidad de alegrarse por la felicidad y el éxito de otros.
Upekkhā (ecuanimidad) – El equilibrio y sabiduría para aceptar la realidad tal como es, sin apego ni aversión.
En numerosas ocasiones, se ha demostrado científicamente la importancia del sano movimiento para gozar de una buena salud, pero también es fundamental cuidar la salud mental. Las evidencias científicas de los últimos años demuestran que una mente que divaga es una mente infeliz y si nos observamos con atención, veremos que nos pasamos gran parte del día perdidos en un flujo constante de pensamientos de todo tipo, que además suele generarnos ansiedad y estrés.
La mente, con sus recuerdos, traumas y miedos, tiene una increíble capacidad para autolimitar nuestra vida. Sin embargo, mediante la práctica de la meditación, podemos comenzar a cambiar ese patrón, entrenando nuestra mente día a día. Con el respaldo de estudios científicos que muestran los beneficios que crean a nivel corporal y mental, la meditación se establece como una herramienta poderosa para mejorar nuestro bienestar, la resiliencia y la capacidad de vivir una vida más plena y libre de miedos.
La neurociencia sugiere que las prácticas meditativas pueden reducir la actividad de la red neuronal por defecto del cerebro (el "modo rumiación), lo cual está vinculado a la ansiedad y la preocupación excesiva La práctica regular de la meditación sobre estas cualidades no solo transforma nuestra mente, sino que puede mejorar nuestro modo de relacionarnos con el mundo. Meditar no solo es un refugio de paz, sino una puerta abierta hacia un conocimiento más profundo de quiénes somos realmente.
Te propongo esta meditación diaria: dedica unos minutos para visualizar estas cualidades (amor, compasión, alegría y ecuanimidad) en tu vida. Puedes usar una de las siguientes frases para cada una de estas cualidades y las puedes repetir mentalmente diez veces cada vez que exhales, como por ejemplo:
Que todos los seres sean felices" (para el amor benevolente).
"Que todos los seres estén libres de sufrimiento" (para la compasión).
"Que todos los seres tengan una vida serena (para la alegría empática).
"Que todos los seres encuentren paz y equilibrio" (para la ecuanimidad).
Una vez que hayas terminado, quédate unos minutos observando tu respiración, tu postura corporal y mental y finaliza la práctica lentamente. Si te apetece, probar una meditación guiada, te invito también a seguir esta breve práctica de meditación que te ayudará a mejorar la consciencia corporal.
Meditación guiada: consciencia corporal (vídeo)
Pon el móvil en silencio, busca una postura cómoda y dedica 5–10 minutos a esta práctica. Ideal para quienes se inician.
¿Estás de acuerdo en que podríamos decir que algunos estados sublimes de la mente podrían ser el amor, la compasión, la alegría y la ecuanimidad?
La meditación para conectarnos. Los cuatro inconmensurables como clave para la reprogramación mental
Se trata de conceptos muy potentes y enriquecedores, pero a la vez, conllevan un gran trabajo personal para obtenerlos y mantenerlos. Estas cuatro cualidades pueden resultar muy útiles como objeto de concentración durante las prácticas contemplativas y al final de este artículo, te proponemos algunas prácticas que te ayudarán a trabajar sobre ellas. Estos cuatro conceptos—amor, compasión, alegría y ecuanimidad— son conocidos en algunas tradiciones budistas como “las cuatro cualidades inconmensurables” o Brahmavihāras.
Mettā (amor benevolente) – El deseo profundo de que todos los seres sean felices.
Karuṇā (compasión) – El deseo de que todos los seres estén libres de sufrimiento.
Muditā (alegría empática) – La capacidad de alegrarse por la felicidad y el éxito de otros.
Upekkhā (ecuanimidad) – El equilibrio y sabiduría para aceptar la realidad tal como es, sin apego ni aversión.
En numerosas ocasiones, se ha demostrado científicamente la importancia del sano movimiento para gozar de una buena salud, pero también es fundamental cuidar la salud mental. Las evidencias científicas de los últimos años demuestran que una mente que divaga es una mente infeliz y si nos observamos con atención, veremos que nos pasamos gran parte del día perdidos en un flujo constante de pensamientos de todo tipo, que además suele generarnos ansiedad y estrés.
La mente, con sus recuerdos, traumas y miedos, tiene una increíble capacidad para autolimitar nuestra vida. Sin embargo, mediante la práctica de la meditación, podemos comenzar a cambiar ese patrón, entrenando nuestra mente día a día. Con el respaldo de estudios científicos que muestran los beneficios que crean a nivel corporal y mental, la meditación se establece como una herramienta poderosa para mejorar nuestro bienestar, la resiliencia y la capacidad de vivir una vida más plena y libre de miedos.
La neurociencia sugiere que las prácticas meditativas pueden reducir la actividad de la red neuronal por defecto del cerebro (el "modo rumiación), lo cual está vinculado a la ansiedad y la preocupación excesiva La práctica regular de la meditación sobre estas cualidades no solo transforma nuestra mente, sino que puede mejorar nuestro modo de relacionarnos con el mundo. Meditar no solo es un refugio de paz, sino una puerta abierta hacia un conocimiento más profundo de quiénes somos realmente.
Te propongo esta meditación diaria: dedica unos minutos para visualizar estas cualidades (amor, compasión, alegría y ecuanimidad) en tu vida. Puedes usar una de las siguientes frases para cada una de estas cualidades y las puedes repetir mentalmente diez veces cada vez que exhales, como por ejemplo:
"Que todos los seres sean felices" (para el amor benevolente). "Que todos los seres estén libres de sufrimiento" (para la compasión). "Que todos los seres tengan una vida serena" (para la alegría empática). "Que todos los seres encuentren paz y equilibrio" (para la ecuanimidad).
Una vez que hayas terminado, quédate unos minutos observando tu respiración, tu postura corporal y mental y finaliza la práctica lentamente. Si te apetece, probar una meditación guiada, te invito también a seguir esta breve práctica de meditación que te ayudará a mejorar la consciencia corporal:
Cómo practicar cada día en 5 pasos
Escoge una cualidad (Mettā, Karuṇā, Muditā o Upekkhā).
Siéntate con la espalda erguida y relajada, ojos suaves.
Sincroniza la frase con la exhalación (10 repeticiones).
Observa respiración, postura y sensaciones 2–3 minutos.
Registra tu impresión en un diario (progreso y obstáculos).